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“Factor Gestión”, presente y futuro de un modelo de negocio
Si bien montar una empresa no es una tarea fácil, mantenerla a flote lo es aún menos; y mejor no hablar de incrementar los beneficios o de amplificar la proyección. Esto se complejiza aún más con la presencia de la crisis económica en la ecuación, cuyos efectos continúan cebándose, sobre todo, con pequeñas y medianas empresas.
No obstante, desde compañías como “Factor Gestión” han dejado al margen el pesimismo patológico que se circunscribe al entorno empresarial actual y han apostado, más bien, por la idea de que cada crisis es una oportunidad.
Desde ellas, siendo conscientes de que en el presente lo único constante es el cambio, ofrecen asesoramiento para implementar planes estratégicos y de expansión.
El valor agregado de estas prácticas es innegable dado que, pese a que los clientes suelan albergar un profundo conocimiento del negocio y del sector, no siempre poseen metodologías concretas o conocimientos específicos. Así, la entrada de una visión externa e independiente como la de “Factor Gestión”, que realice análisis críticos y diagnósticos coherentes, se torna fundamental de cara a garantizar el mejor resultado posible.
Para las empresas que contratan estos servicios, la externalización de competencias supone un gran ahorro de tiempo y, ante todo, representa la forma de asegurarse de que las decisiones y responsabilidades que delegan en expertos serán estudiadas con la cautela, rigor y coherencia que la experiencia les ha conferido en esos procesos.
Iniciativas como las que plantea esta empresa permiten establecer marcos de diálogo y espacios de discusión que se erigen como entornos favorables para el fomento del desarrollo y la innovación.
La negociación de nuevos emplazamientos o todo aquello que rodea el lanzamiento al mercado de nuevos modelos o formatos de tienda son también otros servicios muy demandados por las empresas clientes. Asimismo, los procedimientos burocráticos o administrativos no encierran ningún secreto para empresas como “Factor Gestión”, acostumbradas a lidiar con ellos cotidianamente, pero sí para las pequeñas y medianas firmas que deciden despojarse de esas responsabilidades y adjudicárselas a empresas especializadas en ello. Esta es una práctica habitual hoy en día porque supone un ahorro de problemas, quebraderos de cabeza y, sobre todo, de tiempo.
Ideas como esta no son el futuro, son el presente; y los buenos resultados que hasta ahora han arrojado constituyen el mejor aval posible para apostar por su evolución.
